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MARÍA ELENA ANDRADE DEJA EN EL AIRE ATAQUE CON DRONES Y MUESTRA UNA FISCALÍA SIN RUMBO

Por: Alejandro Cárdenas l Fuerte Noticias

El pasado 15 de octubre, un grupo criminal lanzó drones con explosivos contra la Unidad Antisecuestros de la Fiscalía ubicada en Playas de Tijuana, en un hecho que encendió las alarmas de seguridad en todo Baja California. La responsable de la dependencia estatal, María Elena Andrade Ramírez, salió días después a dar su postura: dijo que no puede dar información ni a legisladores ni a la ciudadanía y que la investigación ya fue entregada al gobierno federal. Con esa declaración, la fiscal estatal prácticamente se deslindó del caso, dejando a la población sin respuestas claras.

Este ataque no fue cualquier cosa. Drones con explosivos volaron sobre un edificio oficial y dejaron en evidencia que los grupos criminales tienen capacidad para desafiar al Estado a plena luz del día. Y mientras la gente esperaba una respuesta contundente de la fiscalía estatal, María Elena Andrade optó por una postura fría, burocrática y distante, que dejó más dudas que certezas.

Su mensaje fue claro: la fiscalía estatal ya no tiene el control de la investigación. Ninguna palabra sobre posibles responsables, avances o detenciones. Ni siquiera un plan visible para reforzar la seguridad después de un ataque así. Lo que se escuchó fue lo de siempre: protocolos, tecnicismos y la misma distancia de una autoridad que parece no entender la gravedad de lo que enfrenta la población.

Y aquí está el punto clave: cuando atacan directamente a una dependencia de seguridad y ni siquiera la fiscal da señales firmes de control, lo que recibe la ciudadanía es un mensaje de debilidad institucional. Si la propia Fiscalía no puede responder con firmeza cuando golpean su casa, ¿qué puede esperar un ciudadano común?

El silencio oficial en un hecho de esta magnitud no es estrategia: es señal de que el Estado no tiene una ruta clara.

De acuerdo a expertos mataría de seguridad, este caso no solo es un ataque con drones: es un recordatorio brutal de que la violencia en Baja California ha escalado a niveles impensables, y que la institución que debería dar seguridad y respuestas hoy luce rebasada, sin rumbo y sin voz firme. “La población no necesita protocolos. Necesita acciones, claridad y autoridad real. Y eso, de parte de María Elena Andrade, simplemente no llegó”, señalan ciudadanos también en redes sociales.

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