🛑 Ciudadanos cuestionan que Edgardo Flores Campbell, señalado por medios como uno de los hombres que solaparon a García Luna —hoy condenado en EE.UU.—, encabece el Comité Ciudadano de Seguridad en Tijuana; ahora, aseguran que Flores se siente nervioso porque sus empresas de seguridad con su socio Fernando Beltrán no han sido tomadas en cuenta como proveedor de gobiernos actuales.

Por: Alejandro Cárdenas l Fuerte Noticias

Flores Campbell ocupó cargos estratégicos durante uno de los periodos más controvertidos en materia de seguridad en México. Su acceso a información sensible y sus vínculos empresariales en el ramo de seguridad generan preocupación ciudadana.

Tijuana, Baja California — Diversos ciudadanos y actores sociales han manifestado su inconformidad porque Edgardo Flores Campbell ocupa la presidencia del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana, un cargo que representa a la sociedad civil ante las autoridades en temas de seguridad. Su trayectoria incluye haber sido señalado por medios nacionales como uno de los hombres que solaparon la estructura de Genaro García Luna, hoy condenado en Estados Unidos por vínculos con redes del crimen organizado.

A ello se suma que Flores Campbell tiene participación en una empresa privada dedicada a la venta de equipo táctico y de seguridad, en sociedad con Fernando Beltrán. Analistas consultados señalan que sus críticas recientes a las estrategias de seguridad tienen un trasfondo económico, ya que esta administración no le ha abierto la puerta para vender los productos y servicios que ofrecen sus empresas, como sí ocurrió en gobiernos panistas. “El mismo que hoy critica al gobierno por la inseguridad, durante años tuvo acceso para hacer y deshacer, y ahora que no se le ha permitido entrar, busca ejercer presión desde su posición”, opinó un especialista en seguridad consultado.

Lo que señalan medios nacionales

El nombre de Edgardo Flores Campbell ha sido mencionado en investigaciones periodísticas que analizan el círculo institucional que operó durante la gestión de García Luna al frente de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

En un artículo titulado “El policía ciego de García Luna”, publicado por SinEmbargo, se afirma que Flores Campbell fue titular del Órgano Interno de Control de la dependencia, con la responsabilidad de auditar y vigilar posibles irregularidades. El reportaje señala que, durante ese periodo, hubo múltiples denuncias internas sobre corrupción e infiltración criminal, pero no se registraron acciones visibles de su parte. “Flores Campbell guardó silencio mientras a su alrededor crecían las señales de colusión”, cita directamente el medio.

Por su parte, el portal Emmanuel Ameth publicó el texto “Quien solapó a García Luna ahora se integra al gobierno de BC”, en el que señala que Flores Campbell “formó parte del equipo que permitió el crecimiento de la red de García Luna sin oponerse ni documentar irregularidades”.

Ambos medios coinciden en que su papel como auditor interno durante esos años fue pasivo frente a hechos que más tarde derivaron en uno de los juicios más mediáticos en materia de seguridad en la historia reciente de México.

Acceso a información sensible genera inquietud

Parte de las preocupaciones ciudadanas no solo se centran en su pasado o sus intereses empresariales, sino en el tipo de acceso que Flores Campbell tiene actualmente gracias a su posición.

Como presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana, es invitado a participar en mesas de seguridad en las que están presentes autoridades de los tres niveles de gobierno. En estos espacios se comparte información reservada, relacionada con operativos, objetivos prioritarios, personas bajo investigación y estrategias de despliegue en zonas de riesgo.

Ciudadanos consultados señalan que el hecho de que alguien con estos antecedentes tenga acceso a información sensible genera dudas legítimas. “Es información delicada, operativa, que no puede caer en manos equivocadas. Si hay antecedentes que han sido documentados por medios nacionales, es razonable cuestionar qué pasa con esa información una vez que sale de esas reuniones”, señaló un integrante de un colectivo ciudadano en materia de seguridad.

Un pasado que choca con el rol ciudadano

Flores Campbell, en su calidad de presidente del Comité, se ha posicionado públicamente como una voz crítica que exige cambios en la estrategia de seguridad estatal. Sin embargo, para amplios sectores de la ciudadanía, ese discurso contrasta con su historial institucional, sus vínculos empresariales en el ramo de la seguridad y el nivel de acceso que hoy ostenta.

La presidencia de este organismo implica representar a la sociedad civil ante las autoridades, vigilar políticas públicas y ejercer presión política sobre temas de seguridad. De ahí que las revelaciones de medios nacionales y su participación en reuniones estratégicas hayan abierto un debate sobre la pertinencia de su permanencia en el cargo.