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Quería abrazar a su hija… y encontró el miedo

Tijuana, B.C. – Aleksander llegó a Tijuana con una ilusión: reencontrarse con su esposa y su pequeña hija. Cruzó el océano desde Polonia sin saber que aquí lo esperaba una historia que no tendría final feliz.

Sin hablar español, desorientado y en busca de ayuda, abordó un transporte público con la esperanza de encontrar el camino hacia su familia. Pero en lugar de apoyo, recibió miedo, rechazo… y una brutal agresión.

Según los primeros reportes, intentó comunicarse con una mujer que iba con un menor. La barrera del idioma desató una confusión que terminó en gritos y acusaciones. En cuestión de minutos, un conductor y otra persona lo atacaron violentamente, sin darle oportunidad de defenderse.

Aleksander fue declarado sin vida por paramédicos que llegaron al lugar. Hoy, su caso no solo refleja una tragedia personal, sino también un profundo llamado a la empatía en una ciudad que es frontera… pero también debería ser refugio.

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