¿Mérito o apellido? Hija de la alcaldesa de Rosarito, en lista privilegiada para jueza en Baja California ¿Mérito o apellido? Hija de la alcaldesa de Rosarito, en lista privilegiada para jueza en Baja California
Por Alejandro Cárdenas:
Tijuana, B.C. – La sombra del influyentismo vuelve a aparecer en la vida pública de Baja California. Vania Espinosa Adame, hija de la actual alcaldesa de Playas de Rosarito por Morena, Rocío Adame Muñoz, figura entre las candidatas privilegiadas a jueza dentro de la inédita elección judicial que se celebrará el próximo 1 de junio.
Con apenas nueve años de trayectoria profesional y vínculos familiares con influyentes actores del ámbito judicial y político, Espinosa Adame fue colocada en el llamado “bloque privilegiado”, la planilla verde, que incluye a los aspirantes postulados directamente por los Tres Poderes del Estado: Judicial, Ejecutivo y Legislativo. Un grupo blindado en la parte superior de la boleta electoral, donde con una sola marca se vota por todos sus integrantes, dejando en clara desventaja a los candidatos independientes.
Su carrera, lejos de ser meramente meritocrática, parece estar tejida en un entramado de relaciones familiares. En su propio currículum consta que fue pasante en el despacho Alta, fundado por sus tíos César y Enrique Adame Muñoz, hermanos de la presidenta municipal de Rosarito. Posteriormente trabajó en el despacho ALEST Abogados, donde su tío Enrique es socio junto al exfiscal Hiram Sánchez Lamora, también excompañero de Luis Alberto Hernández Morelos, actual presidente del Instituto Estatal Electoral de Baja California.
¿Casualidad o acomodo? El 8 de abril, ALEST fue blanco de un atentado con bombas molotov, un hecho que refleja la complejidad de las redes que rodean al entorno de la familia Adame. Mientras tanto, Vania continúa promoviendo su candidatura desde redes sociales, amparada en su inclusión automática por los comités institucionales.
Aunque su candidatura no viola técnicamente ninguna norma ni puede considerarse nepotismo en sentido estricto, sí levanta una alerta por presunto influyentismo, una práctica que Morena ha condenado públicamente, pero que en los hechos parece tolerar cuando se trata de sus propios cuadros.
Cabe señalar que, de los 29 cargos disponibles para mujeres, solo siete corresponden a juzgados civiles, el área donde compite la hija de la alcaldesa. En este contexto, su inclusión en una lista privilegiada respaldada por el Congreso —en donde varios legisladores fueron compañeros de bancada de su madre cuando era diputada— fortalece la percepción de un proceso marcado más por la cercanía al poder que por el mérito profesional.
La alcaldesa Rocío Adame, quien ha sido beneficiada por la ola guinda que prometió acabar con los privilegios del viejo régimen, no ha emitido postura alguna sobre el papel de su hija en este proceso. Sin embargo, el silencio también comunica. Y en este caso, parece gritar que los principios de la 4T son, cuando conviene, flexibles para los suyos.
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