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#ColumnaPolitica l Dime con quién te juntas y te diré quién eres: la problemática que le ha traído “LIXARRAGA N” a Ruiz Uribe

Por: Alejandro Cárdenas

Baja California.-La política, como la vida misma, se define en gran medida por las compañías que elegimos. Y en el caso del delegado de Programas de Bienestar en Baja California, Jesús Alejandro Ruiz Uribe, su equipo de comunicación se ha convertido en una sombra que parece restarle más de lo que suma.

Desde que se hizo público que

LIXARRAGA N es quien maneja la estrategia mediática del delegado, los señalamientos no han tardado en llegar. Su historial, marcado por polémicas en distintas dependencias y acusaciones sobre supuestos “cobros de moches” a proveedores, ha generado ruido en el ámbito político y entre analistas de comunicación. La pregunta es inevitable: ¿era la mejor elección para una figura que aspira a una mayor proyección?

A esto se suma lo que muchos consideran un error estratégico: adelantar el destape de “Chucho” Ruiz Uribe rumbo a la gubernatura de Baja California. En política, el timing es clave, y abrirse al escrutinio público con tanta anticipación puede convertirse en un desgaste innecesario, sobre todo cuando dentro de Morena aún falta tiempo para definir candidaturas.

Pero el problema no es solo el adelanto de su aspiración, sino la manera en que se está utilizando la comunicación y los recursos para promover su imagen, mientras sectores vulnerables enfrentan deficiencias en la gestión de apoyos. El caso de los adultos mayores es un claro ejemplo: largas filas bajo el sol o en el frío, desorganización en la entrega de pensiones y trámites burocráticos que complican el acceso a los beneficios. En lugar de enfocarse en resolver estos problemas, la estrategia parece más orientada a campañas de posicionamiento que poco aportan a los ciudadanos.

Los medios de comunicación han sido claros: la mejor propaganda es el trabajo tangible, no las simulaciones digitales ni los eventos fastuosos. Sin embargo, el camino que se ha elegido es otro. Basta con recordar la reciente fiesta de cumpleaños de Ruiz Uribe, celebrada en una hacienda del Valle, donde se congregaron políticos y funcionarios en lo que muchos interpretaron como un intento de “mostrar músculo”. Pero en tiempos donde la percepción pública es clave, estas demostraciones pueden terminar siendo más un lastre que un beneficio.

La política en Baja California está en una etapa de reconfiguración. Y si algo ha demostrado la historia es que las malas compañías pueden ser el peor enemigo de cualquier aspiración. Ruiz Uribe aún está a tiempo de reconsiderar su estrategia, porque en política, como en la vida, los aliados pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

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